Detrás del
odio que destilan personajes como, leuco, Lanata, J.F.Díaz, Bonadío, Cabral…
hay intereses. No se trata, para ellos, de odiar por odiar; se trata de lo que
verdaderamente odian, de lo que realmente
no quieren.
No quieren:
·
Jubilaciones para amas de
casa y trabajadores independientes, porque para ellos es un “gasto”, no una
inversión social;
·
una Agencia Nacional de
Seguridad Social (ANSES), sino administradoras privadas de los fondos
jubilatorios, donde ellos puedan volver a hacer sus negocios;
·
precios cuidados, sino
libre mercado neoliberal;
·
un dólar regulado, sino
“libre–flotante”, fácil de comprar para remitirlo al exterior;
·
aranceles a las
importaciones; sino importaciones sin control, destructivas de la industria
nacional, del empleo y del consumo interno;
·
No quieren
científicos argentinos; quieren argentinos limpiando edificios en New York.
·
No quieren
políticas sociales de inclusión, sino acumulación y concentración de capital.
·
No quieren control
impositivo, sino volver a la evasión que practicaron durante décadas.
·
Se regocijan en los
supuestos errores de pronunciación en inglés de CFK, pero no se preguntan si Obama, Clinton o Bush, saben algo de
lengua hispana, siendo que un porcentaje importante de la población de
EEUU es de origen latinoamericano. Les resulta
ideológicamente imposible mirar el Sur,
desde el Sur. El único punto
cardinal que conocen es el Norte.
·
No les interesa la
constitucionalidad o inconstitucionalidad del Memorándum con Irán (ni el juez
Cabral), sino golpear políticamente y quedar
bien ante las embajadas de Israel y de los EEUU. Les molesta la soberanía
política expresada en un PEN independiente de los mandatos de las grandes potencias.
·
No les molesta el costo del
traslado del monumento a Colón; les molesta que sea desplazado un símbolo de la
colonización, pues ellos son representantes de los colonizadores que vinieron
después: los que usurparon nuestras Islas Malvinas y nuestros ferrocarriles;
los que se adueñaron de nuestros recursos energéticos y naturales; los que
fabricaban y nos vendían hasta las planchas domésticas y las agujas de coser.
·
No quieren una
Patria Grande, sino un patio trasero de los EEUU y sus aliados. (Ellos sí
tienen derecho a elegir sus aliados, nosotros no)
·
No
quieren un Poder Judicial independiente, sino un Poder Judicial dependiente del
lobby y de los intereses de unos pocos.
·
No
quieren una justicia igual para todos, sino inclinada hacia los poderosos.
·
Tampoco una petrolera
estatal, sino explotación sin control de las transnacionales.
·
aerolíneas del Estado que
conecten diferentes puntos del país, sino un servicio exclusivo y para
“exclusivos”.
·
No
quieren una política exterior independiente, sino volver a mirar el mundo con
ojos ajenos.
·
No
quieren un país soberano, para negociar la deuda (que ellos contrajeron), con
los fondos buitres; sino un país al servicio de la usura y la especulación
financiera internacional.
·
No
quieren obras de infraestructura al servicio de la producción y del comercio
nacional, sino regresar a las políticas de un país limitado a la
agro–exportación y condenado a la importación de bienes industrializados.
·
No quieren una Patria
industrializada, sino una patria financiera.
·
No
quieren rutas, trenes y aviones que unan al país, ya sea con fines productivos,
comerciales o turísticos; sino un país mutilado, dividido eternamente entre
provincias ricas al servicio de la
exportación de materias primas y provincias pobres, con economías primarias; y
con una auto–subsistencia que condene a sus pueblos a vivir en la pobreza.
·
No quieren inversión en la
educación,
(como nunca la hubo: recuerdo cuando celadores/as pedían colaboración a los
profesores para poder comprar lavandina; o cuando tenía que dar clases envuelto
en una bufanda); sino división social educativa con escuelas pobres, alumnos
sin acceso a las TIC y escuelas privadas
para unos pocos.
·
No quieren que un día
llegue a la presidencia un cabecita negra
nacido en una villa (pensarlo les
causa horror); quieren asegurarse que quienes gobiernen provengan de esas
escuelas privadas.
·
No quieren una presidenta
que mira de igual a igual a los presidentes de EEUU o de otras potencias;
quieren presidentes sonrientes ante los poderosos.
·
No
quieren TELESUR, quieren sólo CNN.
·
No quieren empoderamiento
popular; sino un pueblo sumiso, una mano de obra barata y en negro.
·
No
es un simple odio; es un odio lleno de intereses, y con uno en particular, pues
los reúne a todos: que Macri sea presidente.
- -----------------------------------------------------------
Los
grupos concentrados político– económicos, no pueden gobernar desde el 2003
/// (Por una “lectura militante”)
Esta
situación los lleva a poner el énfasis en otras instituciones, en este caso en
la “Justicia”.
·
La Asociación de Magistrados,
se ha transformado en un polo político de contra–poder.
·
Lo del juez Luis Cabral es
una excusa para convocar tanto a conscientes “jugadores” políticos, como a
incautos ciudadanos que no pueden ver las verdaderas intenciones.
·
Estos grupos hegemónicos,
quieren volver a ser los que deciden en cuestiones de retenciones a las
exportaciones; en materia impositiva, cambiaria, financiera, de precios y en la
macroeconomía en general; en materia de política exterior; en cuestiones de
políticas sociales e inversión del Estado;
etc.
·
No soportan que el gobierno
de los presidentes Néstor Kirchner y CFK, detenten el poder político real, tal
como debe ser en una verdadera democracia. Están acostumbrados a gobernar a
través de partidos políticos, por decisión de sus dirigentes o por sometimiento
a sus presiones. Han sido, históricamente, el poder de facto, en nuestro país.
·
Invierten la
lógica: dicen que “el kirchnerismo busca
someter a la justicia”, cuando en
realidad lo que buscan es una justicia sometida a esos poderes empresariales
hegemónicos, que la ha llevado a un importante desprestigio ante el ciudadano
común. Esto, hace más necesario que nunca un recambio por juristas no
“contaminados” por el lobby y por la mano de obra desocupada de la ex SI.
·
El objetivo que se plantean
es erosionar al gobierno de CFK, para que los candidatos opositores lleguen a
las próximas elecciones en mejor situación.
·
Han atacado y van a seguir
atacando desde todos los ángulos:
·
Falsas denuncias y grandes
títulos nunca “corregidos” con la misma intensidad, como es el caso de los
ataques a Máximo Kirchner, a Axel Kicillof, Nilda Garré, Sergio Berni, Aníbal
Fernández, Zannini y a la misma presidenta…
·
Van a seguir usando al caso
(operación) Nisman y el Memorándum de Entendimiento con Irán (que,
lamentablemente, ya quedó en la historia, por la falta de aprobación de ese
país), como eje recurrente, dado el alto nivel de impacto que lograron, en la
sociedad, en los primeros meses de este año.
·
Para contrarrestar esta
ofensiva debemos estar informados. Debemos tener una lectura militante, como la entiende Susan
Sontag, “cuyo máximo valor reside en la relectura”. Es decir: poder entender,
poder releer y reconocer las intenciones ocultas del productor de la falacia o,
directamente, de la mentira.
Comentarios