Hoy la jueza de
San Isidro y ex mujer de Alberto Nisman dio una inesperada, aunque ordenada
conferencia de prensa. Se encargó de resaltar que lo que iba a anunciar estaba
respaldado y eran las conclusiones de prestigiosos peritos del ámbito penal. Insiste
en el “rigor científico” de los datos obtenidos, introduciendo importantes
diferencias con los peritos del Cuerpo Médico Forense que realizaron la
autopsia en el cuerpo de Alberto Nisman. Sus peritos dicen, según ella, que la data
de muerte es de 36 horas, (más/ menos 4horas) entre la muerte y la
autopsia. Además: No existió espasmo en la mano derecha, dando como único
argumento que uno de los peritos vio eso sólo en dos oportunidades y otro sólo
en una. Esto, teniendo en cuenta que, aquí la tercera "diferencia",
hubo agonía y, por consiguiente, un importante derrame de sangre que se puede
observar en los registros realizados a cargo de la fiscal Fein, dice Arroyo
Salgado. Y la cuarta diferencia consiste en afirmar que el cuerpo fue movido.
También: efectúa una crítica a las autoridades porque no le informaron a los
familiares de la víctima que podían designar peritos de parte, para presenciar
la autopsia. Luego da detalles de la trayectoria del proyectil que
terminó con la vida de Nisman.
Esto se presta para varias lecturas. Lo referente a la data de muerte es decisiva, porque sabiendo Arroyo Salgado que hubieron llamadas del teléfono de Nisman hasta la hora 23, esto implicaría que esa comunicación y la anterior, aproximadamente una hora antes, no fueron hechas por Nisman, sino por algún tercero. Esto ampliaría el plan de los supuestos criminales, para encubrir el homicidio haciéndolo ver como suicidio. Así la idea de magnicidio cobraría más fuerza.
En cuanto a la agonía es un factor concomitante, o al menos complementario, con la data de muerte. Comprobando uno de los dos sucesos se resuelve el otro. Seguramente la tapa y los títulos electrónicos de los medios dirán: Fue homicidio, como algo comprobado. Murió 36 horas antes. El cuerpo fue movido…, ya sabemos.
Desde esta página me permito una simple deducción: se trata de una operación de prensa. La fiscal Fein, que respondió unos minutos después a la envestida de A.Salgado, se equivoca en dos cosas: cuando dice que ella llegó tres horas después a la escena y que durante esas horas no hubo personal judicial en el departamento de Nisman, pretendiendo explicar lo del supuesto movimiento del cuerpo. Ella, con su trayectoria debería saber reconstruir con detalles si hubo o no movimiento del cuerpo y, si en caso de que hubiese sido así, ese movimiento respondió, o no, a la acción de la madre del fiscal y/o a los custodios que ingresaron al departamento. No me imagino una madre, viendo sangre esparcida por debajo de la puerta del baño de su hijo y que no intente abrirla. Es necesario recordar que el cuerpo de Nisman quedó apoyado en la puerta del baño, por el lado interior. Pero Fein, además se equivoca cuando dice que no quieren desplazarla de la causa. Claro que quieren: A. Salgado y la jueza Palmaghini quieren una fiscal más permeable, insolvente, manipulable, y Fein no da con ese perfil.
Otra cosa: si sumamos la data de muerte, 36 horas, más la agonía, la declaración de Diego Lagomarsino se cae y quedaría gravemente expuesto en su situación judicial.
En suma: A. Salgado quiere derribar lo que hasta ahora eran los datos y las evidencias más certeras (y a Fein), quiere descalificar el informe del Cuerpo Médico Forense, por demás probo. Quiere iniciar una operación de prensa de una magnitud que sólo ella y sus socios del F18 (no los familiares) y otros más, conocen su alcance. Seguramente se viene otro F18.
Sara y Lidia Garfunkel deben ser citadas nuevamente por Fein, en particular la madre de Nisman. Deberán dar cuenta de las llamadas que recibieron del teléfono del ex fiscal. Lagomarsino deberá ratificar los horarios que declaró. Es decir, A. Salgado va a lograr su primer objetivo: empezar de cero, "ensuciar la cancha". Luego seguirá por el más importante: involucrar en el homicidio, que ella ha pergeñado en su mente, a custodios, pero fundamentalmente a Berni y, como consecuencia directa, a CFK.
¡Cuidado! Que los argentinos no seamos, una vez más, víctimas de una operación de prensa de dudosa procedencia. La fiscal Fein deberá ajustarse el cinturón y, con valentía, poner las cosas en su lugar en el tiempo más breve posible. Deberá citar a los peritos de parte de A. Salgado, para expliquen sus conclusiones y “evidencias científicas”, obtenidas a partir de la observación de los registros (fotos y videos) realizados por Fein. Sara Garfunkel deberá decir la verdad, incluido el contenido de las cajas de seguridad y las cuentas bancarias que su hijo tenía con ella y que vació con ligereza. (Analizado este aspecto, Sara G, no parece haber estado muy conmovida: la conmoción produce parálisis, inacción. O estaba bien asesorada por su ex nuera)
Esto se presta para varias lecturas. Lo referente a la data de muerte es decisiva, porque sabiendo Arroyo Salgado que hubieron llamadas del teléfono de Nisman hasta la hora 23, esto implicaría que esa comunicación y la anterior, aproximadamente una hora antes, no fueron hechas por Nisman, sino por algún tercero. Esto ampliaría el plan de los supuestos criminales, para encubrir el homicidio haciéndolo ver como suicidio. Así la idea de magnicidio cobraría más fuerza.
En cuanto a la agonía es un factor concomitante, o al menos complementario, con la data de muerte. Comprobando uno de los dos sucesos se resuelve el otro. Seguramente la tapa y los títulos electrónicos de los medios dirán: Fue homicidio, como algo comprobado. Murió 36 horas antes. El cuerpo fue movido…, ya sabemos.
Desde esta página me permito una simple deducción: se trata de una operación de prensa. La fiscal Fein, que respondió unos minutos después a la envestida de A.Salgado, se equivoca en dos cosas: cuando dice que ella llegó tres horas después a la escena y que durante esas horas no hubo personal judicial en el departamento de Nisman, pretendiendo explicar lo del supuesto movimiento del cuerpo. Ella, con su trayectoria debería saber reconstruir con detalles si hubo o no movimiento del cuerpo y, si en caso de que hubiese sido así, ese movimiento respondió, o no, a la acción de la madre del fiscal y/o a los custodios que ingresaron al departamento. No me imagino una madre, viendo sangre esparcida por debajo de la puerta del baño de su hijo y que no intente abrirla. Es necesario recordar que el cuerpo de Nisman quedó apoyado en la puerta del baño, por el lado interior. Pero Fein, además se equivoca cuando dice que no quieren desplazarla de la causa. Claro que quieren: A. Salgado y la jueza Palmaghini quieren una fiscal más permeable, insolvente, manipulable, y Fein no da con ese perfil.
Otra cosa: si sumamos la data de muerte, 36 horas, más la agonía, la declaración de Diego Lagomarsino se cae y quedaría gravemente expuesto en su situación judicial.
En suma: A. Salgado quiere derribar lo que hasta ahora eran los datos y las evidencias más certeras (y a Fein), quiere descalificar el informe del Cuerpo Médico Forense, por demás probo. Quiere iniciar una operación de prensa de una magnitud que sólo ella y sus socios del F18 (no los familiares) y otros más, conocen su alcance. Seguramente se viene otro F18.
Sara y Lidia Garfunkel deben ser citadas nuevamente por Fein, en particular la madre de Nisman. Deberán dar cuenta de las llamadas que recibieron del teléfono del ex fiscal. Lagomarsino deberá ratificar los horarios que declaró. Es decir, A. Salgado va a lograr su primer objetivo: empezar de cero, "ensuciar la cancha". Luego seguirá por el más importante: involucrar en el homicidio, que ella ha pergeñado en su mente, a custodios, pero fundamentalmente a Berni y, como consecuencia directa, a CFK.
¡Cuidado! Que los argentinos no seamos, una vez más, víctimas de una operación de prensa de dudosa procedencia. La fiscal Fein deberá ajustarse el cinturón y, con valentía, poner las cosas en su lugar en el tiempo más breve posible. Deberá citar a los peritos de parte de A. Salgado, para expliquen sus conclusiones y “evidencias científicas”, obtenidas a partir de la observación de los registros (fotos y videos) realizados por Fein. Sara Garfunkel deberá decir la verdad, incluido el contenido de las cajas de seguridad y las cuentas bancarias que su hijo tenía con ella y que vació con ligereza. (Analizado este aspecto, Sara G, no parece haber estado muy conmovida: la conmoción produce parálisis, inacción. O estaba bien asesorada por su ex nuera)
Arroyo Salgado también deberá responder su propia pregunta: ¿Por qué no le informó a los familiares, de su ex esposo, que podían poner peritos de parte?
La pregunta
retórica del título no es correcta.
Es más certero
decir: Arroyo Salgado/Operación de prensa vs. Verdad.
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