Medios de comunicación y democracia
Los medios de comunicación,
como "ESCENARIOS DONDE SE GANA O SE PIERDE
EL PODER"
Si hay
concentración oligopólica o monopólica de la información, si no hay diversidad
y pluralidad de opiniones, si existe un discurso dominante y excluyente de la
diversidad narrativa social, política, económica y cultural; si esto ocurre, la
democracia no es completa y puede estar siendo amenazada.
Nunca se pudo aplicar la Ley 26.422,
de Servicios de Comunicación Audiovisual (publicada en el Boletín Oficial Nro.
31.756, 10/10/09), pero el decreto modificatorio de Macri (DNU 267/2015) pone
en evidencia la sociedad entre la derecha neoliberal, los medios hegemónicos y
el capital concentrado.
Acababa de asumir Macri (19 días), pero el DNU ya estaba redactado. Impuso modificaciones de
tal magnitud que desarticuló y cambió los principios rectores de la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522 que, no obstante, y a pesar del
aval de la CSJN, nunca pudo aplicarse; o se aplicó poco y mal. El Decreto
macrista da lugar a lo más cuestionado en el derecho comunicacional a nivel
internacional: 1) El oligopolio o monopolio de los medios de comunicación, sin
distinción del tipo de prestación, ni de soportes, y 2) La anulación fáctica
de la pluralidad en el centro de los medios de comunicación con mayor poder
de difusión.
Lo más relevante del DNU: eliminación del vencimiento de licencias; los
titulares pueden vender o transferir las licencias; restablece la facultad para
la conformación de redes: una misma persona o formación societaria puede ser propietaria de redes de diarios, de radioemisoras, cadenas de televisión, canales por cable o
satelital, servicios de internet, medios digitales, televisión digital
terrestre (TDT), etc. Deroga el artículo 48. Esto implica
que el Estado no podrá ejercer ningún tipo de control de los vínculos
societarios, entre cadenas o grupos mediáticos y cualquier otra actividad. Esto
aniquila la desmonopolización establecida en la Ley, en su formato
original. Además, da lugar a la poca transparencia en cuanto a la propiedad
real de los medios: Nadie sabe, con precisión, cuántos y cuáles son los
medios que el Grupo Clarín opera en forma directa o a través de terceros. Lo
mismo sucede con el Grupo La Nación, MNMS Holding, que es controlada por dos
sociedades offshore, ubicadas en Islas Caimán y en British Virgin Islands
(Islas Vírgenes Británicas).
Así, queda habilitada la concentración
monopólica u oligopólica y eliminada toda posibilidad de pluralidad, totalmente
prohibida en casi todos los países desarrollados, ya que vulnera el derecho ciudadano a recibir información plural,
tanto política, como cultural, de formatos y contenidos.
De esta manera, la comunicación audiovisual deja de ser un servicio y un
derecho público, para
transformarse en una mercancía, instrumento
de intereses económicos concentrados y sus representantes políticos.
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